Navidad es un tiempo para reunirnos con nuestra familia y amigos, un tiempo para compartir con otros, intercambiar regalos, y guardar memorias que a futuro son invaluables. Pero el propósito más importante de la Navidad es Cristo; es el tiempo en el que honramos y recordamos el gran regalo de Dios para nosotros al enviar a Su Hijo a restaurar nuestra relación con Él, a través del acto de amor y entrega más grande que todos conocemos: La vida, muerte y resurrección de Jesús.
Nunca sabremos cómo es que el Creador del cielo, la tierra, las galaxias, los animales, los hombres, y todo cuanto existe, se inclinó para nacer como un pequeño bebé. No cabe en nuestra mente cómo es que Dios, siendo Dios, se hizo hombre. El creador se había tejido un manto de carne para habitar entre nosotros.
Estaba allí siendo un bebé, deleitado en su creación misma. Pateó el vientre de María, lloró en las noches, sintió frío, hambre, pobreza, y dolor (Lucas 2:7). No abandonó sus atributos, pero vivió todo de manera idéntica, así como gateó, aprendió a caminar, pronunció una primera palabra, tropezó, y siendo la luz del mundo nació y murió en la más densa oscuridad y abandono.
El Creador del universo viajó a la tierra, y en lugar de nacer como un rey, nació como un pordiosero. Nunca debemos olvidar que es allí donde empieza el cristianismo y donde ha empezado siempre: en la necesidad, en la miseria, en la oscuridad y pobreza espiritual. Cristo nace en los corazones de todos aquellos que sienten necesidad.
Por tanto, no hay absolutamente nada que nosotros experimentemos, que no toque también a Cristo. En esta Navidad, podremos sentir que nadie entiende nuestra situación, que nadie se preocupa, que estamos completamente solos, pero cualquier cosa que toque nuestras vidas, toca también el corazón de Cristo.
"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado".
Hebreos 4:15.
Y cuando Cristo nació, un ángel se aparece a 3 pastores - por cierto, un oficio bastante despreciable en esta época- y les dice "no tengan miedo, les traigo buenas nuevas de gozo que serán para todo el pueblo porque les ha nacido un Salvador que es Cristo el Señor". ¿No es grandioso que el Señor anuncie las buenas noticias primero a aquellos que han sido despreciados?
Concluyamos algo: Cristo vino a cambiar la historia pensando en cada detalle. Naciendo en un establo sucio, del vientre de una adolescente inexperta y con ayuda de un joven que no tenía mucho más por ofrecerle a su nueva familia. Llevando el mensaje a 3 pastores pobres y despreciados, aprendiendo el oficio de su padre como carpintero, permitiendo que los enfermos más rechazados se acercaran, sin asco del leproso, sin juicio para la prostituta, sin miedo contra los fariseos, sin importarle el rechazo por decir la verdad, lavando los pies de sus discípulos, y finalmente, cargando una cruz que no era suya.
Concluyamos algo: Cristo vino a cambiar la historia pensando en cada detalle. Naciendo en un establo sucio, del vientre de una adolescente inexperta y con ayuda de un joven que no tenía mucho más por ofrecerle a su nueva familia. Llevando el mensaje a 3 pastores pobres y despreciados, aprendiendo el oficio de su padre como carpintero, permitiendo que los enfermos más rechazados se acercaran, sin asco del leproso, sin juicio para la prostituta, sin miedo contra los fariseos, sin importarle el rechazo por decir la verdad, lavando los pies de sus discípulos, y finalmente, cargando una cruz que no era suya.
Cuando vemos quién es Cristo, su gloria, su gracia, su entrega, su amor, lo único que nos resta es contarles a otros lo que él hizo, porque lejos de ser una historia linda que conmueve y une familias, hay algo cierto:
"Aunque Cristo nazca mil o diez mil veces en Belén, de nada te valdrá si no nace por lo menos una vez en tu corazón".
Si Cristo no ha nacido en tu corazón aún, la Navidad pierde todo sentido existente o posible. Antes de partir de este mundo, sin ninguna certeza de vivir un día o 50 años más, acércate a Cristo y a la cruz que él cargó por ti y por tus pecados en esa cruz. No es una linda historia, es el hecho histórico que partió en dos el mundo y toca a tu puerta hoy. No es una feliz Navidad sin Cristo.
Comentarios
Publicar un comentario